lunes, 17 de septiembre de 2012

Desciende sin previo aviso
la muerte y su manto blanco,
nos lleva por el barranco
de un destino advenedizo.
Será cierto el paraíso?
o más bien es un consuelo?
La sangre del alma en duelo
cae sobre las mejillas,
abriendo las ventanillas
de un corazón rumbo al cielo.

Naranja de cielo

Caen lágrimas de Cielo 
gotas, cristales de Luna 
y el Mar se mece en su cuna 
a los ojos del Abuelo. 
Caen como un caramelo 
los rayos del nobles Sol 
sobre el roble y el frijol, 
que bien crecen con su ciencia
Él no hace cruel diferencia 
ante los frutos del don.

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